¿A qué edad comenzamos a fijar los recuerdos?

En MÁS NATURAL somos muy curiosas por naturaleza. Nos gusta indagar el porqué de las cosas y estos días leyendo, leyendo, nos encontramos un sugerente artículo que se pregunta ¿Por qué no recordamos nuestro nacimiento? La verdad es que la mayoría de la gente no lo recuerda aunque algunas personas dicen que sí. El caso es que la ciencia tiene una explicación para ello que os resumimos aquí. El artículo original es éste. 

Según esta publicación una de las primeras razones es que el nacimiento es algo traumático. Siempre se dice que lo es. El bebé está tan tranquilito en el útero de su mamá y sale a un entorno hostil donde tiene frío, hambre, se siente desubicado (de ahí que siempre insistamos en la necesidad de hacer el piel con piel por los múltiples beneficios que aporta pero sobre todo ¡porque el bebé lo necesita! Además de sentirnos inseguros, ¿qué más sentimos? Los científicos consideran que es imposible saberlo, no lo recordamos debido a la neurogénesis neuronal y que no es otra cosa que la plasticidad que el cerebro para ir almacenando datos y que experimenta su mayor capacidad desde antes del nacimiento hasta los seis o siete años, momento en el que se invierte el proceso y, de hecho, algunas neuronas comienzan a desaparecer.

Entonces, ¿cómo es que nos olvidamos?

La comunidad científica parece estar de acuerdo en que mayor número de neuronas no es aplicable a mayor memoria en este estadío temprano de la vida. Los recuerdo, creen ellos, no perduran porque la neurogénesis neuronal es muy intensa y los recuerdos se pierden porque las neuronas se renuevan constantemente, se superponen unas a otras. Poco a poco, con los meses, esto se va ralentizando y poco a poco se comienzan a fijar los recuerdos. De hecho hay gente que asegura recordar cosas de cuando tenía 12 o 13 meses

La importancia del lenguaje

Otra explicación que se da es que es más sencillo recordar aquellas cosas que están asociadas al lenguaje, es decir, a cuando ya hablábamos. La memoria está íntimamente ligada a la memoria lingüísitica y aunque recuerdes cosas de la niñez intangibles como un olor, o un sabor, o simplemente la placidez de los besos de tu abuela, lo más probable es que esos recuerdos vengan de cuando ya estabas comenzando a hablar.

Interesante, ¿verdad?

Lo que sí parece claro es que cada vez somos más conscientes de la importancia de hablar a los bebés desde que nacen, de abrazarlos, achucharlos, quererlos, de ser conscientes de que la frase: no se entera de nada, puede que no sea del todo cierta.

¿Y tú? ¿Nos quieres contar el primer recuerdo que tienes de cuando eras peque?