Si estás a punto de dar a luz o acabas de hacerlo por primera vez queremos darte unos pequeños consejitos para que la vuelta a casa con el bebé sea de lo menos complicada para ti.
Establece contacto. La relación entre la madre y el bebé es única y por lo tanto debe ser mimada al máximo. Tanto si das lactancia materna como biberón con leche artificial, procura tener a tu bebé muy pegadito a ti todo el rato que te sea posible. Haz oídos sordos a quién te diga que tenerlo en brazos es acostumbrarlo. Repítete que eso es justo lo que buscas, acostumbrarlo a ti para darle todo tu amor. Y el amor, ya se sabe, nunca peca de darse en exceso. Muchísimo menos de una madre hacia su hijo. Una de las razones por las que existe la baja maternal es precisamente para crear esos vínculos. Déjate llevar y entrégate por completo a ese bebé. Permítete quedarte dormida a su lado, escuchando su respiración, sin prisas, sin pausas.
Limita las visitas a un día o dos a la semana. Todo el mundo quiere verte y todo el mundo lo hace con la mejor de las intenciones pero si todos acuden cuando les apetece, puede que tú no logres descansar y estar a solas con tu bebé. Organiza una merienda para tus amigas y que vayan ese día en concreto. Si crees que son muchas, divide en varias meriendas, como mucho dos a la semana y así aprovecharás para sentirte arropada pero sin agobios.
Si tienes ganas de llorar, hazlo. Es una situación muy común en las madres llorar sin causa o motivo aparente. Pero sí hay causas. La primera es la revolución hormonal que tu cuerpo vive. La segunda es una especie de miedo y/o vacío a no saber hacerlo bien. A veces no sabemos interpretar nuestras emociones y por ello no identificamos qué nos pasa. Si quieres llorar, llora. Y ojo, si estás llorando a todas horas o no tienes ganas de tener a tu bebé en brazos, es posible que tengas una depresión postparto. Cuéntalo, no te quedes callada. Rechazar a tu bebé no te convierte en un monstruo, puede ser normal y necesitas ayuda.
No abrigues demasiado al bebé. Si bien es cierto que los recién nacidos no son capaces de regular su temperatura como los mayores, también es verdad que es un error muy común en la madre primeriza, abrigar al bebé, incluso en verano.
Los recién nacidos pueden dormir hasta 20 horas al día. Desde luego no seguidas, pero sí en el cómputo general. Así que no tienes un bebé raro, tienes un bebé normal. Despertarse cada hora o incluso cada media hora para mamar también es normal. En realidad casi todo es normal puesto que cada bebé nace ya con su manera de ser y de la misma manera que hay adultos dormilones y otros, no, en los bebés sucede lo mismo. Es tan normal que no duerma en todo el día, salvo pequeñas mini siestas de diez o veinte minutos, como que se pase el día entero durmiendo.