¿Necesitamos matronas?», se cuestiona el doctor Michel Odent en su último libro, donde llega a la pregunta más provocadora: «¿Puede la humanidad sobrevivir a la medicina?». A sus 85 años, el obstetra francés afincado en Londres, considerado por muchos como el padre del parto natural (aunque él reniega del título), pone sobre la mesa un hecho incuestionable: la dependencia de la medicina desde el nacimiento y lo que eso significa para la evolución de la especie.
Mi tesis es que la medicina está neutralizando las leyes de la selección natural. Estamos interfiriendo directamente con la ley básica que ha permitido que la vida haya colonizado el planeta. ¿Cuáles serán los efectos a largo plazo? No lo sé. Mi labor es formular preguntas, siempre preguntas. Si tuviera las respuestas, quizás no hubiera escrito este libro ni el anterior, Nacimiento y la evolución del Homo sapiens (La liebre de Marzo).
Lo que tenemos son muchas razones para hacernos preguntas. Lo peor es hacerse las preguntas cuando ya es demasidado tarde… Al neutralizar las leyes de selección natural, y al interferir como lo estamos haciendo con la fisiología humana, estamos creando un mundo radicalmente nuevo. Yo creo que estamos en el borde del precipicio, atrapados en nuestra propia trampa… Y el resultado es que las capacidades humanas, las que hemos ido desarrollando de un modo natural durante miles de años, se van a volver más y más débiles. Las mujeres están perdiendo la capacidad para dar a luz y para amamantar a sus hijos. Se están volviendo más y más dependientes de los médicos. Las técnicas reproductivas y la genética lo invaden todo. Lo que está realmente en juego es el futuro y la evolución de nuestra especie.
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