Os compartimos hoy un magnífico artículo de la revista El Bebé
El contacto madre-bebé tras el parto es muy importante para la instauración de la lactancia
El contacto precoz entre el recién nacido y su madre es el contacto piel con piel entre ambos después del nacimiento, que se produce durante la primera media hora tras el parto.
Las 2 primeras horas tras el nacimiento constituyen el período sensitivo del bebé, en el cual éste se encuentra en un estado de alerta tranquila. Esto se debe a los procesos fisiológicos experimentados por el bebé durante el parto.
Dichos procesos facilitan que le bebé reconozca de manera temprana el olor de su madre, lo cual es fundamental para el establecimiento del vínculo afectivo y para la adaptación al ambiente postnatal.
Así pues, se recomienda el contacto piel con piel entre madre e hijo nada más nacer siempre que sea posible.
Si tras el parto se deja al recién nacido sobre su madre (en la postura vientre con vientre), el bebé reptará poco a poco hasta alcanzar el pezón materno y se agarrará espontáneamente al mismo, succionando adecuadamente. A partir de esto, aumenta la probabilidad de que haga el resto de tomas con un agarre adecuado.
El 90% de los bebés hace su primera toma espontánea antes de los primeros 70 minutos tras el nacimiento. Sus reflejos de búsqueda se ponen en marcha de manera natural para esta primera toma espontánea.
En ocasiones, al intentar ayudar al bebé a agarrarse, se le fuerza y se pueden bloquear estos reflejos de búsqueda, alterar la colocación de la lengua del bebé y provocar una técnica de succión inadecuada.
Por ello, es recomendable propiciar que el bebé se agarre y succione espontáneamente. Para ello hay que darle su tiempo, esperar a que esto suceda. Así pues, lo ideal es que la madre y el bebé permanezcan en contacto piel con piel durante las dos primeras horas de vida.
Además, el contacto piel con piel y la succión del pecho materno son estímulos muy eficaces para que el bebé supere el estrés del parto.
Del mismo modo, este contacto y la succión producen un incremento de la secreción de oxitocina en la madre, lo cual provoca la contracción del útero y la producción de calostro (sustancia alimenticia previa a la subida de la leche).
Además, tiene un efecto antiestrés y contribuye a la aparición del vínculo.