Estamos en racha porque esta semana también os traemos otro parto, el de Triana cuando dio a luz a Lola. ¡Qué nombres tan potentes, por cierto!
¡Hola Cristina!
Mi nombre es Triana Roldán, hice el curso de preparación al parto con vosotras en el grupo del 16 de enero… Te escribo por 3 razones… La primera para daros las gracias por el parto maravilloso que he podido tener con vuestra ayuda; la segunda, para contarte mi experiencia; y la tercera para que puedas usarlo como testimonio… Espero que sirva de ayuda a todas las mamás y papás que pronto se enfrentarán al día más bonito e importante de sus vidas.
He tenido un embarazo estupendo, sin problemas y me lo he tomado de la manera más natural posible, aunque el parto me daba miedo claro, como a casi todas las primerizas… Pero quería tomármelo igual… De una forma natural, para lo que estoy, estamos, preparada… ¡Y ahí entráis vosotras! Toda la información que nos disteis, aunque al principio abruma, te das cuenta que es necesaria para tener el parto que TÚ quieras tener… El parto es TUYO… Mi marido que me acompañó a todas vuestras clases alucinaba con lo que algunos obstetras aún hacen hoy en día… Mi equipo de ginecólogos eran del equipo del doctor ……Obstetrosaurios……, y gracias a toda la información que llevaba de vuestras clases no me hicieron un estropicio… Para mi próximo embarazo si lo hay, me ocuparé desde el principio en buscar un ginecólogo de parto respetado… Y ahora te cuento cómo se desarrollaron las cosas…
El día 22, de 38 +4 semanas de embarazo tuve monitores y visita con el médico… Al entrar en la consulta ve que el resultado de monitores es correcto y me dice que me tumbe y me desvista de cintura para abajo que me va a hacer un tacto y una eco, ahí a mi marido y a mí se nos ponen las orejas de punta… Hamilton no por favor, no queremos nada que pueda provocar el parto… El médico nos dice que ok… Me palpa pero de manera muy suave y no me hace ningún daño, y me dice que tengo 2cm de dilatación y el cuello borrado un 50%… ¿No tienes dolor?Y le digo que no, que de ningún tipo… Me dice que mejor, y que esto no quiere decir que me vaya a poner de parto ni antes ni después… Todo ok, nos vamos a casa. Al día siguiente por la mañana me fui a nadar, ya eran mis 2 últimas clases y no las quería perder, todo muy bien nada de dolor… Todo ok, pero si noté que iba con bastante frecuencia al baño, y un poco mal de la tripa… Después de comer, me echo un ratito en el sofá, me noto rara… Sigo yendo al baño con frecuencia… Y al dormirme me despiertan 2 veces unos dolores que nunca en el embarazo había sentido… Un dolor medio de regla medio de ganas de ir al baño… Que me cogían desde el bajó vientre hasta el coxis… ¡Qué raro! Serán gases… Sigo así durante toda la tarde… ¡Y otra visita al baño!! Ya después de cenar, al ver que los dolores siguen, mi marido empieza a contar la duración y los tiempos… Aún son bastante irregulares y de corta duración… Mi marido decía: tú de este fin de semana no pasa… ¡Que nos lo habíamos creído! Nos vamos a la cama… Cada 20 minutos o así me despiertan más dolores… Y ya a eso de las 2:30 de la madrugada me levanto, no aguanto en la cama, mi marido se queda en la habitación y le digo que le aviso si me pongo peor… Las contracciones son cada vez más fuertes y seguidas, como mejor las aguanto es de pie, con el cuerpo un poco inclinado hacia adelante… Me ayuda balancearme de un lado a otro, entre contracción y contracción respiro, varias respiraciones abdominales… Pero sólo me duelen las contracciones, entre una y otra no me duele nada… Me meto en mí, y ando y paseo por toda la casa… Otra contracción y otra… Me meto en la que será la habitación de mi niña, a pensar en ella, a imaginármela y a decirle que nos tenemos que ayudar, que ya mismo nos vamos a conocer… Respiro y me meto en mi… Aguanto así hasta las 6 de la mañana. Ya a esa hora aviso a mi marido, para que me cuente él las contracciones, yo sólo sé que son cada vez más frecuentes, pero no estoy para números y además no quería distracciones que me sacaran de mi estado mental… Me voy a la ducha, y mientras mi marido el pobre cuenta que te cuenta… Pero me ve tranquila y entera y eso le tranquiliza. Ya tengo contracciones cada 5 min, pero en nada cada 4 y cada 3… Yo aunque no lo creas al salir de la ducha me sequé el pelo y me maquillé, mi marido no podía creerlo, él estaba loco por salir hacia la clínica, pero es que a mi la contracción me dolía, claro que sí, pero nada más… Una vez que la contracción pasaba, a mi no me dolía nada! Salimos hacia el hospital, aunque yo no quería ir aún, pero mi marido insiste por el tráfico y porque las contracciones cada vez son más seguidas… El trayecto de coche, como me dijiste, de lo más duro, pero bueno en el asiento de atrás y buscando la postura más cómoda si la hay… Respirando y sin perder el control. Entramos en la clínica a las 7:45, me quieren sentar para monitorizarme, pero les digo que no puedo, me duele mucho el culete, y tengo muchas ganas de empujar… Parece que no lo entienden y que además por ser primeriza soy muy exagerada, me hacen sentarme… Me levanto en cuanto se va… Sigo respirando, imaginándome a mi niña, me siento fuerte… Por fin me ve el médico de urgencias, tengo 8cm de dilatación! Toma ya! Me dice que me ve fenomenal, que aguante sin ponerme nada, que en 2 horitas la tengo aquí… Le digo que no, que yo aguanto… Rápidamente me suben a paritorio, ahí me dicen que puedo estar de pie, tengo muchismimas ganas de empujar, y me dicen que empuje si quiero, llaman a la ginecóloga que estaba de guardia ese día y le dicen que corra que esto va rápido. Cuando llega la ginecóloga, la doctora Alpuente del equipo de Sacristán ya me fastidian… ¡Me hace tumbarme! Le digo que si no me puedo quedar de pie… Y me dice que no (si me deja como yo quería, te aseguro que mi hija nace en 10min) ya tengo la dilatación completa así queda empujar… Llaman a enfermeras de prácticas porque primeriza, y parto sin epidural por lo visto es una novedad… La matrona y las enfermeras me animan mucho, pero sobre todo mi marido, me ayuda a respirar y me dice al oído que me quiere y que lo estoy haciendo muy bien, no tengo palabras para darle las gracias por tanto apoyo. Sigo respirando como nos enseñaste, cambiando el aire y empujando con todas mis fuerzas… En mi cabeza repetía una y otra vez: “La cara no empuja” “Los gritos no empujan” que tanto nos decías… Y eso me ayudaba para conectar con mi interior y con mi niña y empujar hacia abajo con todas mis fuerzas, bueno mías y de mi marido que me levantaba por detrás y empujaba conmigo… Me dicen que lo estoy haciendo muy bien, pero… Veo que quiere hacerme episiotomia, no!!!! ¿Por que?? Es que la cabeza es muy grande… ¿Y? Déjame que lo intente… Mi marido y yo lo suplicamos… Otra contracción, empujo con todas mis ganas, y otra y otra…. La vemos otra vez con ganas de cortar, noooo!!!!!! Es que te vas a desgarrar… Déjame que lo intente por favor… Otra contracción y otra… Veo que mira a la matrona y le hace un gesto, la matrona se me sube en la barriga y quiere empujar… Yo horrorizada meto un bote y un grito… ¿No lo estoy haciendo bien? ¡Dejadme! Es que… No sale, ya está aquí pero no sale… Y ya mi marido me dice al oído: vamos cariño que ya le veo la cabecita, un poquito más y la tenemos… Cojo toda mi fuerza, mi rabia, mi amor por mi niña y empujo todo lo fuerte que puedo… Y la vi salir! A las 10:00 nació Lola… Mi marido no podía hablar de la emoción, lloraba y lloraba… Yo contra todo pronóstico no, yo estaba con la adrenalina a tope, me sentía poderosa y capaz de todo, más animal que nunca… ¡Si había sido capaz de hacer esto, era capaz de todo!
En resumen: traer al mundo a Lola de esta forma, natural y animal ha sido la mejor y más fuerte experiencia de mi vida, todas podemos parir… Sabemos parir. El recuerdo de ese día es el más bonito que tengo, me enamoré de Lola nada más verla y me volví a enamorar de mi marido esa mañana. En cuanto a los médicos, sobran las palabras… ¿Donde está el desgarro? ¿Dónde la cabeza que no salía?? Gracias a vosotras tuvimos la información y el poder suficiente para evitar algo innecesario… Gracias una vez más por ayudarme a tener mi parto soñado…
Triana.